¿Qué hago ahora?
Ahora que no estas, que desapareces como rayo de luz por la montaña, ahora que es mas fácil hacerse el tonto; mas fácil alejarse sabiendo que dejas un corazón roto, llorando perdón por culpa que ni de el pobre es, dejándolo herido con mil y una ilusión echas además de milésimas de sueños por realizar que hoy se quiebran como ola en el mar.
La vida no es fácil, ese mundo color de rosa que te pintaron no es de verdad. Es como una casita de chocolate, apenas el sol se aparece se derrite hasta dejarte desparramado por el suelo suplicando otra oportunidad, queriendo entregarle al tiempo el futuro, trasladarte encima de una nube para no pensar más. Cada día es uno normal, normal sin dejar de llorar con más ganas de querer escapar.
El huracán de sentimientos, la avalancha de dolor, el tsunami de llanto y la tormenta de temor; todos juntos revolviendo mi planeta, este planeta que invente algún día, para alejarme del mundo basura en que vivo cada día.
Dentro de este mundo solo existe una sinfonía, la más dulce melodía… La melodía del fondo del cantar de mí demacrada alma.
Ahora que no estas, que desapareces como rayo de luz por la montaña, ahora que es mas fácil hacerse el tonto; mas fácil alejarse sabiendo que dejas un corazón roto, llorando perdón por culpa que ni de el pobre es, dejándolo herido con mil y una ilusión echas además de milésimas de sueños por realizar que hoy se quiebran como ola en el mar.
La vida no es fácil, ese mundo color de rosa que te pintaron no es de verdad. Es como una casita de chocolate, apenas el sol se aparece se derrite hasta dejarte desparramado por el suelo suplicando otra oportunidad, queriendo entregarle al tiempo el futuro, trasladarte encima de una nube para no pensar más. Cada día es uno normal, normal sin dejar de llorar con más ganas de querer escapar.
El huracán de sentimientos, la avalancha de dolor, el tsunami de llanto y la tormenta de temor; todos juntos revolviendo mi planeta, este planeta que invente algún día, para alejarme del mundo basura en que vivo cada día.
Dentro de este mundo solo existe una sinfonía, la más dulce melodía… La melodía del fondo del cantar de mí demacrada alma.
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